En 2011 siguió el concurso por televisión y decidió anotarse. Este año, Aylen Nail Maranges, una rosarina de 25 años, no sólo cambió
el rol de espectadora por el de participante, si no que se convirtió en la flamante ganadora de Miss Italia en el mundo edición especial, que en esta oportunidad convocó a jóvenes extranjeras residentes en ese país.
el rol de espectadora por el de participante, si no que se convirtió en la flamante ganadora de Miss Italia en el mundo edición especial, que en esta oportunidad convocó a jóvenes extranjeras residentes en ese país.
Aylen viajó de vacaciones a Sicilia, y el amor la retuvo allí.
Se instaló en Ispica, en Ragusa, donde vive junto a su novio Alessandro hace tres años y trabaja como vendedora. Alta (mide 1.70), delgada, con ojos entre marrones y verdes, cabello castaño y una amplia sonrisa, sabía que tenía con qué pelear por el título con las otras siete finalistas (de Túnez, Sri Lanka, Kazajistán, Cabo Verde y dos de Brasil) . "¿Si me lo esperaba? No, pero seguramente confiaba, si no no estaría aquí", dijo ya con la corona de oro blanco y piedras preciosas con los colores de la bandera italiana sobre su cabeza.
Se instaló en Ispica, en Ragusa, donde vive junto a su novio Alessandro hace tres años y trabaja como vendedora. Alta (mide 1.70), delgada, con ojos entre marrones y verdes, cabello castaño y una amplia sonrisa, sabía que tenía con qué pelear por el título con las otras siete finalistas (de Túnez, Sri Lanka, Kazajistán, Cabo Verde y dos de Brasil) . "¿Si me lo esperaba? No, pero seguramente confiaba, si no no estaría aquí", dijo ya con la corona de oro blanco y piedras preciosas con los colores de la bandera italiana sobre su cabeza.
Amante de la cocina italiana, su sueño es trabajar en cine, como su actriz preferida, Catherine Zeta Jones. Y confesó que le gustaría conocer a Belén Rodríguez, otra argentina que triunfa en el país europeo.
Desde que fue galardonada, el muro de su perfil en Facebook se llenó de felicitaciones en italiano y en español.
Aylen –que tiene la ciudadanía italiana- afirmó que el título es un "importante reconocimiento de parte de los italianos hacia todos los ciudadanos extranjeros que viven en Italia".
La joven confesó su amor por ese país y en particular por el mar azul de Sicilia. Aunque reconoció que extraña a su familia -que vive en Rosario- sobre todo a su mamá, a quien le gustaría tener cerca, pero "el pasaje cuesta demasiado y no me lo puedo permitir".
Esta edición del tradicional concurso fue especial porque la consigna no era elegir a la más bella entre las italianas residentes en el exterior, sino a una joven extranjera que viva en el país. El certamen se dio en el marco de Miss Italia, en el que se elige a la chica más linda de la península.
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