Hace muchos miles de años, después de las glaciaciones, irrumpieron en la zona del Nahuel Huapi los Tehuelches, Puelches y Pehuenches que habitarían la región hasta que sus culturas fueran absorbidas por los Araucanos, provenientes de Chile, hacia fines del Siglo XVII.
Los Araucanos fueron los primeros en utilizar “pasos” para cruzar la Cordillera de Los Andes hacia el territorio argentino. Estos pasos serían utilizados a partir de 1550 por los españoles para incursionar en la Patagonia.
El primero en ingresar desde Chile hacia 1620 habría sido el capitán español Juan Fernández.
Sin embargo, durante más de un siglo la zona permaneció oculta y desconocida. Recién en 1876 arribaría Francisco P. Moreno haciendo conocidas la existencia y características de este territorio. En 1881 se llevaría adelante la Campaña del Nahuel Huapi, una prolongación de la Campaña del Desierto, que determinaría el asentamiento del hombre blanco en la región.
El primer grupo de residentes, constituido por alemanes y austriacos, llegaría a comienzo de la década de 1890, definiendo el aspecto de aldea alpina que caracteriza aún hoy a la ciudad de San Carlos de Bariloche.
En 1895, Carlos Wiederhold instalaría un comercio en lo que actualmente es la plata urbana de Bariloche, obteniendo la dicha de ser recordado por la historia como fundador de la ciudad.
El presidente Julio A. Roca suscribiría en 1902 el decreto de fundación de San Carlos de Bariloche como tal, proviniendo su nombre del vocablo vuriloche, referente a una tribu indígena local.
Típica postal del atractivo invernal de la ciudad de San Carlos de Bariloche, el Cerro Catedral constituye, en época de esquí, el mayor receptor turístico de la provincia de Río Negro.
El Cerro Catedral es el complejo más amplio y desarrollado de Sudamérica.
600 hectáreas de nieve, más de 120 Kilómetros de pistas y caminos, 39 medios de elevación capaces de transportar unos 35 mil esquiadores por hora, esta majestuosa montaña patagónica cuida el mínimo detalle para la máxima satisfacción de sus visitantes.
Cientos de hectáreas de laderas esquiables; pistas variables entre fáciles, intermedias y avanzadas; propuestas y servicios inmejorables; y las más apasionantes vistas panorámicas; el Cerro Catedral atrae permanentemente a amantes del esquí y el snowboard, así como a todo excursionista que llega hasta estas distantes regiones en busca de emoción, naturaleza y adrenalina.
Abierto y a disposición de los turistas durante todo el año, invita a conocerlo en su extensión a bordo de vehículos todo terreno, montados en motos de nieve, o caminando con raquetas en los pies; opciones diferenciales que aseguran el disfrute pleno en este espectacular espacio argentino.
Variedad de restaurantes y bares de montaña, el Cerro Catedral cuenta con 21 paradores dispersos desde la Base hasta la cumbre complaciendo los más disímiles perfiles gastronómicos.
Snacks, fast-foods, pizzería, autoservicios, exquisiteces típicas de la cocina alpina, constituyen apenas un muestrario de los sabores que pueden encontrarse en este centro turístico por excelencia, sin olvidar la fascinante Cueva, una caverna natural donde la luz de las velas perfecciona el entorno certificando una cena muy original y romántica.
Indescriptibles sensaciones, paisajes admirables, alternativas apasionantes, nadie puede pasar por San Carlos de Bariloche sin detenerse a visitar el Cerro Catedral.
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